UNA MALA TÉCNICA DE RESPIRACIÓN PROVOCA:
- Respiraciones cortas, disminuyendo el aporte de oxígeno al cerebro, afectando el rendimiento físico y mental.
- Perdida de la motivación.
- Disminución de la concentración.
- Aumento de estrés.
- Aumento de tensión muscular.
- Problemas en la coordinación, balance, timing y potencia.
- Incremento de dióxido de carbono en la sangre, y por ello menor producción de energía en todo el organismo.
- Poca oxigenación en la sangre, y por ello menor producción de energía en todo el organismo.
Es muy fácil qué en un entrenamiento o partido, nos sorprendamos con respiraciones descontroladas y deficientes, para evitarlo será de utilidad poner notas recordatorias, por ejemplo en el raquetero, o en la bebida hidratante, para tener presente a cada momento que hay que respirar profunda y relajadamente.
RESPIRAR EFICIENTEMENTE
- Permite estar listo para la acción.
- Reduce los niveles de ansiedad y estrés.
- Ayuda a tener los músculos relajados al preparar los golpes, lo cual mejora su ejecución.
- Permite que todos los órganos reciban aportes de oxígeno correctamente.
- Propicia una mejor quema de restos tóxicos del cuerpo.
- Beneficia la circulación de órganos vitales.
- Provoca un estímulo reflejo del sistema parasimpático, produciendo relajación física y mental, principalmente cuando se respira lenta, profunda y rítmicamente.
- Aumenta la concentración mental.
El proceso de la respiración cobra mayor importancia porque al optimizarla, y específicamente al exhalar, el corazón disminuye sus pulsaciones y descansa. Así, la sangre almacenada y oxigenada en los pulmones, fluye a las extremidades, incrementándose el flujo de sangre arterial.
Como podemos apreciar, este último punto es muy significativo, porque evitará que el deportista se fatigue prematuramente y rinda más. Además, se ha comprobado que si la exhalación se realiza sin forzarla, es decir, de manera relajada, haremos que la presión sanguínea baje.